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Juntas de Consejo en Asociaciones Civiles y en Empresas

Las juntas de consejo son fundamentales tanto en empresas como en asociaciones civiles sin fines de lucro. Pero aunque en apariencia siguen una estructura similar, en la práctica son mundos distintos, y entender esas diferencias puede ser la clave entre reuniones productivas… o un ejercicio interminable de frustración.


A continuación compartimos mayor contexto para quienes participan en estas juntas.

Diferencias entre participar en juntas de consejo de empresas y de asociaciones civiles sin fines de lucro

1.- Propósito y enfoque: Más allá de las utilidades.

En una empresa, el consejo se reúne para tomar decisiones estratégicas que aseguren crecimiento, rentabilidad y sostenibilidad. La conversación suele girar en torno a números, eficiencia, ventas y resultados financieros.


En una asociación civil, las métricas de éxito son diferentes. Aquí, las decisiones están más alineadas con el impacto social, la transparencia y la rendición de cuentas ante donantes, beneficiarios y otros grupos de interés (stakeholders). No se trata solo de optimizar recursos, sino de garantizar que cada acción contribuya al propósito social de la organización.


2.- El rol de los participantes: Voluntarios ó inversionistas.

En una empresa, los miembros del consejo suelen ser accionistas o directivos con un interés financiero directo. En cambio, en una asociación civil, muchos consejeros son voluntarios que no buscan un retorno económico, sino el cumplimiento de la misión social.


Esto puede ser un arma de doble filo: por un lado, hay una gran pasión y compromiso; por otro, al no existir una relación financiera, el nivel de exigencia y seguimiento puede diluirse, como por ejemplo, al no querer ser insistente por metas en riesgo, para no entrar en conflicto con otros. Sin una estructura clara, es fácil que las decisiones queden en el aire.


Tengamos en cuenta que una persona puede actuar en un rol de liderazgo tanto en una empresa como en una organización sin fines de lucro, por ejemplo, el socio de una constructora puede también ser consejero de un albergue comunitario, comprender las diferencias del desempeño esperado en cada una de estas organizaciones, entender que el trato entre pares cambia de acuerdo a la organización, saber cómo sumar su capacidad y experiencia en el contexto correspondiente, le permitirá tener una participación más productiva y satisfactoria.


3.- Toma de decisiones: Consenso vs rapidez.

Las empresas, por su naturaleza competitiva, requieren decisiones ágiles. En cambio, las asociaciones civiles suelen tener procesos más deliberativos. La necesidad de consenso y el respeto a diferentes puntos de vista pueden hacer que una decisión tarde semanas o meses en tomarse.


Nos ha tocado ver que una compra o un proyecto arquitectónico tarden más de lo deseado en aprobarse, aquí los mecanismos que el consejo haya establecido y el acompañamiento de sus directivos o consultores, serán clave para agilizar el consenso y mantener una buena atmósfera de colaboración entre los involucrados.


Para concluir. En ambos casos, empresa o asociación civil, una junta bien organizada marca la diferencia entre el avance y el estancamiento. Sea cual sea el tipo de consejo: claridad en la agenda, ejecución y seguimiento son clave para que la reunión no termine siendo solo una buena intención sin impacto real.


En Alta Dirección contamos con un servicio dedicado a optimizar las interacciones en la junta de consejo. ¿Identificas otro elemento diferenciador además de estos 3 que te presentamos? compártelo en los comentarios.

Juntas de Consejo en Asociaciones Civiles y en Empresas

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